¿Conoces la principal diferencia entre un sérum facial y una crema hidratante?
Aquí te explico, el primero penetra en las capas más profundas de la piel, y su concentración de principios activos es mucho mayor. Por ello, son perfectos cuando se trata de cubrir una necesidad específica (antiedad, reducción de poros, luminosidad...), pero por sí solos no proporcionan hidratación a la piel.
Y te preguntarás ¿Por qué entonces el sérum facial en muchas ocasiones es un cosmético olvidado que acaba cogiendo polvo en el tocador? Sin duda, se debe al desconocimiento de la gente, pero nosotras te vamos a dar unas buenas razones para que, a partir de ahora, este suero se convierta en tu gran aliado de belleza.
El sérum facial es un producto dedicado a tratar de manera eficaz cualquier necesidad que nuestra piel pueda tener. Su alta concentración de principios activos y su textura fluida lo hacen perfecto para potenciar la penetración del producto hasta una profundidad mayor y proporcionar una eficacia rápida y visible. Sin embargo, no es recomendable utilizarlos solos, ni como sustituto de la crema hidratante, sino como un complemento perfecto en tus tratamientos de belleza.
Los hay que cumplen distintas funciones, según las necesidades de tu piel, pero lo que es seguro es que con una sola gota se pueden comprobar sus efectos a corto plazo. Piel más luminosa, más uniforme y, en definitiva, con un aspecto más joven y fresco.
Lo más aconsejable es utilizarlo dos veces al día, justo antes de tu crema habitual y con el rostro bien limpio.
Cómo utilizar un Sérum Facial
Una de las cosas más importantes que tienes que saber acerca de los sérums, es que siempre tienen que aplicarse antes de la crema hidratante, nunca después, ya que, como hemos comentado, actúan en las capas más profundas de la piel y si lo aplicásemos después, la crema formaría una película sobre la piel que impediría que éste penetrase correctamente.
Otro cosa importante a tener en cuenta es que siempre debemos tener la piel limpia cuando nos apliquemos un sérum. Piensa en un masaje corporal, ¿a que no es lo mismo recibirlo sobre la piel desnuda que cuando llevamos una camiseta encima? Con el maquillaje ocurre lo mismo. El maquillaje hace las veces de vestimenta para nuestro rostro, y a la vez que impide que los agentes externos penetren en nuestra piel, si quedan restos del mismo, el sérum que apliquemos no se absorberá igual de bien, y por lo tanto su eficacia se verá reducida de manera radical.
En cuanto a su aplicación, lo mejor es colocar una pequeña cantidad en los dedos, repartirla entre las dos manos, e ir presionando suavemente el rostro hasta que el producto se haya absorbido completamente.
Si muchas mujeres conocieran los múltiples beneficios de utilizar un sérum a diario, sin duda lo colocarían entre sus favoritos por la eficacia de sus principios activos capaces de actuar sobre problemas determinados de la piel.
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